Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1854-1856 (Cortes Constituyentes de 1854 a 1856)
Sesión: 4 de marzo de 1855
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: nº 97, 2641, 2642
Tema: Continúa la discusión pendiente sobre el dictamen de la Comisión de ferrocarriles Aranjuez - Almansa

El Sr. SAGASTA: Empiezo recordando que yo no había dirigido cargos severos al Sr. Marqués del Duero ni al Sr. Infante, y los Sres. Diputados que me han oído recordarán que yo no he hecho más que manifestar que S.S. dijo como Senador en 1.853 y lo que ahora como Diputado e individuo de la Comisión dice en 1855. SI en esto hay algo malo y de ello no puede seguir algún perjuicio a S.S. agradézcalo a S.S. mismo y no a mí. Nada de ello es mío; todo es de S.S. Yo no le he hecho cargo alguno; ¿y cómo hacerlo, cuando todos sabemos su digna conducta en el Senado? Al contrario, empecé por reconocer esto mismo y por salvar las intenciones de la Comisión, y dije que si alguna palabra mía pudiese lastimar a los individuos de la misma, desde luego la retiraría, como la retiro, pues no es mi ánimo ofenderlos, cuando de su buen comportamiento en aquella y otras ocasiones estoy plenamente convencido.

Ha dicho S.S. que yo he expresado que la Comisión había cedido a las exigencias del empresario. Su señoría se ha equivocado; yo no he dicho tal cosa; dije únicamente que no quisiera que, sin conocerlo nosotros ni los individuos de la Comisión, fuésemos a ceder a las exigencias de un empresario, sin ser esta nuestra voluntad ni nuestro deseo ni el de SS. SS. Así lo dije, así constará en el Diario de Cortes; ¿y cómo podía decir otra cosa? Algo más duro ha estado S.S. conmigo; pero yo le dispenso, porque lo ha hecho en medio de la incomodidad que le ha producido la comparación de lo que S.S. dijo en el Senado con lo que dice ahora, individuo de la Comisión.

Ha dicho S.S. que he procedido con ligereza en mis cálculos; pero S.S. no los ha rectificado, ni probado la equivocación que en ellos supone, y no basta decir las cosas, es necesario probarlas. ¡Que mis cálculos no son exactos! Voy a probar a S.S. lo contrario. Yo he dicho que con 36 millones se concluirían las obras del ferrocarril de Aranjuez a Almansa; porque si el Gobierno, como dice en su proyecto de ley, ha pagado las dos terceras partes de las obras, es evidente que no debe faltar por construir mas que la otra tercera parte, y reduciendo esto a longitudes de camino construido, tendremos que solo faltará por hacer la tercera parte de la línea, o sea 18 leguas, y como yo he calculado el coste de este camino a 2 millones, término medio, por legua, resultan los 36 millones. Pues una de dos: o esto es exacto, o no son ciertos los datos que presenta la Comisión en su dictamen; escoja S. S.

Dice S.S.: " ¿qué quiere el Sr. Sagasta? ¿ que se venda ese camino cuando nada vale? " Esta es cuestión de apreciación. Yo creo que vale la cantidad que he expresado, y creo que habrá quien lo compre, si no en el momento por no estar concluido, cuando lo esté; es uno de los que han de producir más en España, pues si éste no produce, no sé cuál producirá. Ahora, en efecto, no vale lo que debía; pero qué, ¿no tiene porvenir? Ésta, como he dicho, es cuestión de apreciación; pero señalados los datos, ¿en dónde está la ligereza del cálculo? ¿En dónde la inexactitud? Su señoría cree que no vale el camino o que no darán por él 100 millones, y yo creo que podrá valer y venderse en 160 o 180, por ser el tronco general de varias líneas, y mucho más por los ramales que de él pueden partir.

Ha entrado S.S. en una porción de cálculos que no he entendido, para venir a parar en que nadie nos dará nada por ese camino. En el día ya comprendo que es muy claro que no valga, pero creo que valdrá mucho cuando esté concluido; pero S. S. mismo me hará la justicia de recordar lo que he dicho, y de que precisamente el Gobierno ha tenido ese camino en mala época, y que ahora, cuando concluido hasta Albacete puede servir más, es cuando se trata de deshacerse de él. Y por eso yo he dicho que no se dé subvención, sino que se venda por su valor y se subaste su conclusión, sin tener necesidad de acudir a subvenciones.

También ha hablado S.S., aunque sin entrar en la cuestión, de las garantías del concesionario, y yo he dicho y repito que las que se presentan no las creo suficientes, puesto que el empresario en el fondo no se compromete mas que a gastar 8 millones de reales, y voy a demostrarlo. Yo no quería entrar en estos detalles, pero S.S. me ha obligado a ello. El empresario da por hipoteca las obras hechas y las que han de construirse, y además 8 millones de reales que deja en depósito.

Ahora bien; las obras ejecutadas las ha pagado el Gobierno, y como quiera que el contratista no empieza a, devolver ese dinero hasta dentro de tres años, según las condiciones, claro es que la hipoteca que da el empresario para concluir el camino en un año es una propiedad del Gobierno; así yo también doy todas las hipotecas que me pidan.

Respecto de las obras que ejecute, nada digo, porque esta hipoteca será tan grande o tan pequeña: como quiera el empresario; luego no queda más hipoteca real y efectiva que los 8 millones que deja en depósito, y cuya mayor parte desaparecerá también, como he dicho antes, puesto que el contratista tiene disponible una porción de material movible, que lo presentará tan pronto como se apruebe la concesión.

Como quiera que el Sr. Marqués del Duero ha dejado en pie todos mis argumentos, no tengo necesidad de rectificar más, y solo recordaré a los Sres. Diputados lo que en mi discurso he tenido la honra de [2.641] manifestarles, para que se convenzan de que no hay necesidad de lo que la Comisión propone, y mucho menos de conceder subvenciones. Los Sres. Diputados han oído lo que he propuesto.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Portilla ): Señor Sagasta, eso ya no es rectificar. El Sr. Marqués del Duero tiene la palabra de rectificar.

El Sr. Marqués del DUERO: Señores, las opiniones y el sistema del Sr. Sagasta lo explicaré en pocas palabras. Lo que ha dicho S.S. se reduce a que se saquen a subasta las 18 leguas que faltan. (El Sr. Sagasta: No, no he dicho eso: si el Sr. Presidente me lo permite, rectificaré. )

El Sr. SAGASTA: Extraño mucho que S.S. me haga esa advertencia, cuando teniendo materia para rectificar media hora, no he tardado en hacerlo cinco minutos.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Portilla ): No basta que haya materia para las rectificaciones.

El Sr. SAGASTA: Empezaré por manifestar que no he tratado antes de perturbar al orden, sino que mi objeto ha sido tratar de evitar discusión; al efecto quise hacer una advertencia al Sr. Marqués del Duero.

Su señoría interpretó mal lo que yo dije; no he tenido la fortuna de que el Sr. Marqués del Duero me entienda. Yo no he dicho que se saquen a subasta las 18 leguas que faltan, sino que, puesto que el Gobierno puede disponer desde ahora, desde mañana, dentro de veinte días, de 57 millones de reales, se puede proceder inmediatamente a la construcción del camino por administración, ya tiene S.S. todos los inconvenientes evitados, porque el apuro en que el Gobierno se encuentra es que no tiene dinero: pues bien, ahí tiene esos 57 millones de que puede disponer dentro de veinte días; hágase el camino, determinen las Cortes que eso millones no se empleen en otra cosa, y el camino se hará. Vea, pues, S.S. que no hay subvención, como equivocadamente había creído.

También ha dicho el Sr. Marqués del Duero que antes hablé de 2 millones y que después, rectificando, he hablado de 2.300.000 rs. Yo no he hablado de eso; he dicho que costando 2 millones, término medio, cada legua, y faltando 18, costará todo 36 millones, y que éste sería, por consiguiente, el sacrificio que el Gobierno tendría que hacer para concluir esa vía.



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